
Emily Wells
Una cuestión de apariencias
Una cuestión de apariencias son las memorias con las que Emily Wells examina la forma en la que la cultura contemporánea, el feminismo y las lógicas del capitalismo condicionan la manera en que entendemos —y desestimamos— el dolor de las mujeres. Wells entrelaza historia de la histeria, crítica médica y análisis cultural para mostrar cómo los cuerpos femeninos siguen siendo observados, diagnosticados y disciplinados por sistemas que privilegian la productividad y la mirada masculina. Una cuestión de apariencias redefine qué significa narrar la vulnerabilidad hoy.
Características
Idioma original: inglés
Traducción: español
Autora: Emily Wells
Traductora: Irene de la Torre
Editorial: Editorial Mapa
Género: ensayo literario
Fecha de publicación: noviembre de 2025
ISBN: 9788412678291
Título original: A Matter of Appearance
Editorial original: Seven Stories Press
Año de publicación del original: 2023
Fragmento
Enmarcada en primer plano, en monocromo envejecido: una mujer, petrificada en paroxismo, sentada en la cama de hierro de un hospital, grabada sobre un fondo negro. Inclina la cara para captar la luz, arquea la espalda y alza las manos. Lleva puesta una bata blanca y atemporal que se le ha resbalado de un hombro y que ahora reposa sobre su pecho. Por lo demás, no lleva adornos. La fotografía aparece etiquetada como «Éxtasis», pero la euforia de la mujer es espiritual, no libidinosa; algo la está liberando de un profundo dolor, aunque solo sea un momento. Dirige la mirada hacia arriba, radiante, como una mujer que solo tiene ojos para Dios. Puede que le sea indiferente que la observen o, por el contrario, sea algo que le dé placer: debe ser capturada así. Los fantasmas de la imagen no se muestran, al otro lado del encuadre se encuentra el doctor Charcot, con el que empieza toda curación. Tal vez sus gestos semiinconscientes se hayan tomado prestado y, si de ella emana un aire sensual, es porque lo ha creado la vigilante mirada del doctor. Es posible que Charcot la esté instruyendo en sus arreglos corporales, ensayando las manifestaciones físicas de la histeria, el término que él le ha dado a sus síntomas, orgánicos e inducidos. El virtuosismo de ella, el caso favorito de Charcot, se agrieta ligeramente —una leve emoción de altanería, un descuido— mientras le presenta su cuerpo a él, a la medicina. Charcot da la señal —chascando los dedos o agitando la mano— y la mujer pierde el agarre de algo. Se incorpora, confusa. Todo se escapa, todo lo que el fotógrafo capturará después se le escapa a ella, y no es más que una niña asustada, con el cabello y los brazos alborotados, sentada en una cama de hospital. Es como si se diera cuenta de golpe de que ha estado viviendo una vida equivocada. Charcot quiere curar a la mujer de su enfermedad, pero es demasiado tarde. La imagen de un síntoma, un enigma médico, es la forma que ha tomado su vida.
